FICHA TÉCNICA:

 

Recorrido: Los Dragos – Bco. del Pagador – Camino del Currulete – Camino de Lomo Blanco – Camino del Molino – Bco. de Azuaje – Bocabarranco – Los Blanquizales – Camino de Las Canales – El Roque.

Desnivel: 241 m. (Los Dragos 242 m. – Bco. del Pagador 174 m. – Lomo Blanco 211 m. – Molino de D. Bernardino 82 m. – Bocabarranco 1 m. – Los Blanquizales 150 m. – Las Canales 163 m. – Bco. del Pagador 53 m. – El Roque 15 m.)

Tipos de firme: Asfalto, cemento y tierra.

ENP: Parque Rural de Doramas.

Precauciones: En carreteras circular por su izquierda.

Opciones de transporte: Es posible realizar en coche parte del recorrido. Paradas de guaguas de Global en Los Dragos, San André,  El Pagador y El Roque.

 

                          

 

 

Este camino parte del camino Los Dragos dirección hacia el barrio del Lomo Blanco para bajar al Barranco de Azuaje, disfrutando de sus recursos naturales, geológicos y etnográficos y finalizar en la desembocadura del mismo barranco.

Esta ruta discurre por los caminos principales costeros, los cuales fueron las vías de acceso al municipio de Moya, para la comercialización de los cultivos que se plantaban en la zona de medianías y costa, sobretodo la platanera.

Iniciamos la ruta en el Camino Los Dragos, barrio con gran importancia y riqueza que desde antaño tenía grandes extensiones de cultivo de la platanera, que hoy día está en decadencia por la introducción de nuevos cultivos de mayor producción y menos dependencia del agua, por ejemplo el Papayo, Mangos, etc.

Seguidamente nos dirigimos al barrio del Lomo Blanco desde donde iremos por el Camino Lomo Blanco, pero no antes de cruzar el Barranco del Pagador. Este barranco tiene su inicio en la Villa de Moya, concretamente en el Barranquillo del citado municipio, dirección a la Montañeta para seguir su cauce entre los barrios de los Dragos y el Lomo Blanco, y  finalizar en el Barrio de El Roque.

Desde el camino lomo blanco cogemos el camino El Molino que nos lleva a una de las Casonas típicas de la zona propiedad de unos de los terratenientes que en su época se beneficiaron del cultivo de la platanera y los recursos acuíferos de la zona. Prueba de ello cerca de esta propiedad existieron dos Molinos y varios pozos de agua.

Continuamos por el cauce del barranco de Azuaje, hasta llegar a la desembocadura de dicho barranco.

La vegetación de costa, aproximadamente hasta los 100 m.s.m., se encuentra dominada comúnmente por la tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera) y la tolda (Euphorbia aphylla). Desgraciadamente, se encuentran muy amenazadas por las infraestructuras de la zona. A ellas, hay que sumarles otras plantas específicamente costeras como son la lechuga de mar (Astydamia latifolia), vinagreras (Rumex lunaria), esparragera (Asparagus scoparius), mato risco (Lavandula canariensis), siempreviva costera (Limonium pectinatum), magarza o margarita (Argyranthemum frutescens), espina blanca (Asparagus pastorianus), romero marino (Campylanthus salsoloides Roth). Relacionados con los cauces de barrancos, se encuentran los saos (Salix canariensis), sustituidos bien por comunidades de juncos, granadillares o cañaverales, debido principalmente a la canalización del agua que fluye por el barranco, acompañados también de zarzas (Robus ulmifolius). Ya en las desembocaduras, próximas al mar, cabe destacar el tarahal (Tamarix canariensis).

En relación a la fauna de la costa, cabe señalar la presencia de la Pardela Cenicienta, que nidifica en los acantilados. En lugares más húmedos se encuentra esporádicamente aves ribereñas, tales como el zarapito, el vuelvepiedras, el chorlitejo patinegro y la polla de agua.

Por otro lado, existe otra zona bien diferenciada de la costera que abarca desde los 100 msnm. hasta los 400 msnm., aproximadamente. En este área predominan las comunidades vegetales del cardonal-tabaibal, tabaibales amargos (Euphorbia regis-jubae), cardones (Euphorbia canariensis), cañaverales (Arundo donax), comunidades de granadillo (Hypericum canariensis), cerillares (Hyparrhenia hirta), tuneras (Opuntia spp) y pitas (Agave spp). Además, cabe resaltar que en esta zona se encuentran las principales áreas de cultivo de exportación (plataneras), tanto en producción como en estado de abandono.

Primer Tramo SVM.11 a: Camino Los Dragos – Camino Lomo Blanco (1010 m. / 20 minutos).

El inicio de esta ruta lo hacemos desde la Parada de Guagua (116), que está en la Carretera general G.C- 160, dirección Los Dragos – Moya. Junto a esta parada y a la izquierda bajamos por unas escalinatas hasta llegar al camino de Los Dragos, hoy en día de Cemento junto a un Torrreón eléctrico de Unelco.  Ahí giramos a la izquierda y bajamos por dicho camino unos metros más abajo y llegamos a un cruce con señalética de caminos y una Cantonera de Agua a unos 260 m, que nos llevaría a la izquierda y en bajada hacia el camino de Los Dragos, a la izquierda y en subida hacia la carretera general, G.C- 160,  y  tomamos el camino que sigue a la derecha en dirección al Lomo Blanco, por pista de cemento.  El Camino de pista de cemento se queda atrás para seguir por pista de tierra hasta llegar a unos metros más adelante, 510 m aprox. Junto a una finca y casa con vallas, giramos a la izquierda y bajamos por un sendero pequeño “Camino los Curruletes” según cuentan los residentes, el cual serpenteante nos lleva al Bco. Del Pagador, cruzamos y luego continuamos hasta salir a una Carretera de asfalto – Camino Lomo Blanco a unos 1010 m.  

Segunda Tramo SVM.11 b: Camino Lomo Blanco – Bocabarranco (Rotonda Puerta de Moya) (3030 m. / 60 minutos).

Desde este camino giramos a la izquierda y bajamos junto a la casa nº 143, por el camino lomo Blanco por carretera de asfalto hasta llegar a una pequeña bajada de Cemento a la derecha, junto a la casa nº 120, a unos 1130 m. Conexión Sendero 03. Esta pequeña bajada que luego se convierte en sendero zigzag nos lleva hacia la Casona, Molino y Horno de uno de los Terratenientes de la época “Don Bernardino”, a unos 1460 m.  Después de disfrutar de este elemento etnográfico de la historia del Barranco de Azuaje vinculada al cultivo de la Platanera. Bajamos unos metros hasta llegar al cauce del Bco. De Azuaje, a unos 1510 m. Conexión de Senderos 06. Giramos a la izquierda para seguir por el sendero que baja por el cauce de dicho Barranco dirección la costa. Seguimos por éste hasta encontrarnos un cañaveral que atravesaremos sorteando cañas y maleza a unos 2100 m. Pasado este tramo a unos 2260 m, sigue el camino por pista de tierra hasta llegar al campo futbol y Puente de San Andrés, a unos 2560 m podemos disfrutar de una vistas del Acueducto de las Canales. Desde el Puente a unos 3750 m, cruzamos la Autovía G.C - 2 por debajo y margen derecha. Seguimos unos metros más abajo, a unos 3910 m, dirección la costa donde nos encontramos un sendero a la izquierda y subir  junto a un pequeño corral de tablas y puertas hasta llegar a una gran explanada y rotonda con una escultura de Hierro “La Puerta de Moya”.  

Tercer Tramo SVM.11 c: Bocabarranco (Rotonda Puerta de Moya – Camino Las Canales (2690 m. / 80 minutos).

El inicio de esta ruta lo hacemos desde la Explanada situada en la estación de la BP, dirección San Andrés (Arucas) hacia San Felipe (Moya) en la Autovía GC - 2. Conexión Sendero 06. Seguimos unos metros hacia a la desembocadura del Bco. de Azuaje por donde bajamos por un pequeño sendero a la izquierda dirección hacia el bco. de Azuaje y el Campo de futbol de San Andrés. Seguimos y atravesamos la Autovia por debajo del puente y subimos por una pequeña pista de tierra a la derecha a unos 390 m. Seguidamente a la izquierda inicia un sendero/pista de tierra que discurre por medio de cercados que en su día estaban cultivados.  Llegamos a un estanque que bordeamos por su margen derecha y comenzamos a subir por un sendero empedrado a unos 528 m. Seguimos ascendiendo por la ladera derecha de los Blanquizales y dejamos la desembocadura del Bco. De Azuaje a la izquierda hasta llegar a la pista de cemento dirección al Camino las Canales a unos 810 m. Continuamos por dicha pista hasta una curva a la derecha a unos 1220 m y donde está situada una torre Eléctrica, por la que si entramos podemos ver una de las mejores y panorámicas vistas de la Costa Lairaga. Seguimos por esta pista de cemento hasta salir a la carretera en la que dice Camino las Canales y donde está la casa nº167.  

Cuarto Tramo SVM.11 d: Camino Las Canales – El Roque (AA.VV El Pagador) (1540 m. / 20 minutos).

Giramos a la izquierda y subimos dirección camino las Canales, continuamos en dirección al Acueducto de las Canales en el barrio del Lomo Blanco, obra de ingeniería hidráulica, hoy en desuso, que servía para salvar el desnivel existente en la zona y que destaca por el material utilizado para las canalizaciones (tea de pino). En este recorrido observamos buenas panorámicas de Casablanca, Buenlugar y Firgas, así como de los cultivos de plataneras del fondo del barranco. Desde el punto de vista ecológico se trata de una zona de gran interés donde anidan y se pueden observar numerosas especies de aves. Giramos a la izquierda y comenzamos a descender por sendero serpenteante por la ladera de umbría del Bco. del Pagador hasta llegar al barrio de Las Cuevas, ya en la otra ladera (de solana), pasando junto a algunas fincas de plataneras en ciertos casos en abandono. Cruzamos dicho barranco y seguimos por pista de cemento que luego se convierte en pista de asfalto que ya nos indica que estamos en una calle “la Cueva “a unos 3800 m. Aquí encontramos una señalética colocada que nos informa, a la izquierda Camino los Dragos y en ascenso, a la derecha y en sentido costa Camino el Pagador, que seguimos hasta la Autovía G.C - 2 a unos ….. que giramos a la izquierda por donde pasamos junto a una Parada de guagua (…..). Cruzamos paso de peatones y atravesamos un puente de la Autovía, que seguimos hacia la plaza del Pagador. Junto a la Parada de Guagua y la AA. VV El Pagador.

Balneario - Hotel de Azuaje.

Debido a la naturaleza volcánica de Gran Canaria, ha favorecido el nacimiento de manantiales de aguas con propiedades mineromedicinales, gracias a contenidos diversos, como hierro, silicatos, gas carbónico, hidrosulfúrico, etc. Esto implicó que a finales del siglo XIX llegaran a Gran Canaria los primeros turistas para probar las propiedades curativas de estas aguas en los nuevos balnearios que se encontraban rodeados de una naturaleza espectacular. Esto tuvo lugar cuando el desarrollo del capitalismo industrial popularizó en Europa los balnearios de aguas medicinales entre las clases acomodadas.

Además, según cuenta la tradición “un pastor de las cercanías, enfermo de los ojos y de la piel, sintió un día deseos de bañarse en aquellas aguas tibias. Satisfizo su deseo, por varios días y con sorpresa se halló limpio y curado. Al ruido de esta curación, acudieron otros enfermos de los pueblos vecinos y de los pueblos lejanos, y unos encontraban la salud perdida y otros un alivio notable en sus dolores. La fama pregonó estas cosas y la ciencia se ocupó de las agua minero-medicinales de Azuaje”. Así pues, en 1968, el doctor especialista Cásares determina, entre otras cosas, que: la acción fisiológica de las aguas termales de Azuaje activan la circulación, obran como sedantes del sistema nervioso, promueven la transpiración, la secreción de la orina, etc.

Debido al gran número de individuos que empezaron a acudir a esta Fuente Santa, en 1868 se construyó un hermoso hotel, que contaba con tres niveles. Junto a la entrada estaba el comedor y el salón de bailes (en cuyo interior se encontraba una fuente de estas beneficiosas aguas), y la cocina con sus dependencias para el almacenaje. Bajo el risco, un pequeño apartamento, con dos dependencias: dormitorio y una pequeña sala de estar, con su pequeño balcón. Aquí muchas parejas pasaban su luna de miel. En la parte alta, estaba situado el edificio destinado al hospedaje, con 16 habitaciones construidas de madera y con una capacidad de 30 plazas. También había una ermita, con una misa semanal.

El balneario era propiedad de “Casa de D. Fernando” y arrendado por D. José Cruz. Lamentablemente, el balneario se cerró en 1938 por razones sanitarias y las circunstancias negativas de los conflictos bélicos. En la actualidad, el Hotel Balneario de Azuaje se encuentra en ruinas.

Hornos de Cal de Azuaje.

Se puede encontrar siguiendo la pista del barranco de Azuaje, en dirección del puente de Azuaje a la costa. Este bien etnográfico data del siglo XX y actualmente se encuentra abandonado.

Se trata de un horno circular, con interior en forma cónica invertida construido con cal y piedra. La puerta es troncocónica y deja entrever viguetas de hierro para evitar su desplome.

Con respecto a su historia, se puede argumentar que, antiguamente se calcinaban las rocas extraídas de canteras cercanas y luego se subían en bestias. Los hornos de cal jugaron un papel fundamental, pues se constituyeron como fuente de suministros de cal para una arquitectura con escasos recursos que exigía ese material para la realización de grandes obras, cimentación, encalados de casas, presas, etc. Aún hoy pendientes de estudiar, estos depósitos de piedra de cal guardan las huellas petrificadas de seres vivos, muchos pleistocenicos, que vivieron en las islas y que hoy en día ya están extinguidos. El reciente descubrimiento de los dragos fósiles de Azuaje aumenta su valor científico.

A pesar que en su día existían varios en esta zona, en la actualidad únicamente queda éste como testigo de esta actividad. Según el historiador Salvador Miranda, en su libro “Teror y la nieve, 1731-1836), destaca que la cal utilizada en la fabricación de la Basílica de Teror es traída de estos hornos de cal en el barranco de Azuaje.

La Pardela.

La pardela cenicienta (Calonectris diomedea) es un ave marina que se cubre con un plumaje de color pardo grisáceo dorsalmente y presenta en la cabeza una caperuza del mismo color, que se funde con el blanco de la garganta y de las partes inferiores. El pico, grueso, es de color amarillo, con unas patentes narinas. El tamaño de sus alas en relación al cuerpo indica que es una gran voladora. Se la puede ver planeando sobre las olas para aprovechar las corrientes de aire, en busca de alimento. La Pardela Cenicienta es una especie protegida por diversas leyes tanto regionales como nacionales y comunitarias. Está contemplada como “especie de interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de la Ley 4/89 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y la Fauna Silvestres, y en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Canarias (Decreto 151/2001 de fecha 23 de Julio).

Tan solo abandona el mar abierto para reproducirse. Acude para ello principalmente a islas e islotes, aunque también a acantilados costeros. Utiliza oquedades naturales (cuevas, huras, grietas)... o las excava, pero puede llegar a utilizar como refugio arbustos densos y rocas. Es una especie pelágica que realiza grandes desplazamientos para buscar alimento, que suele recoger de la superficie mientras vuela. Su dieta se basa principalmente en peces pelágicos, cefalópodos y crustáceos. Normalmente es un ave silenciosa, aunque anuncia su llegada de manera escandalosa en las colonias y es correspondida por las que están en tierra. La pardela suele desarrollar su vida en el mar y se acerca a tierra para la reproducción.

Los adultos llegan en los meses de febrero y marzo para hacer un reconocimiento de los futuros nidos y prepararlos. Durante los meses de mayo y junio realizan las puestas, y permanecen en el nido hasta finales de agosto. El pollo suele abandonar el nido entre mediados de octubre a noviembre, período en el que es más vulnerable ante los depredadores. Las pardelas cenicientas nacidas en Canarias migran principalmente a las costas sudamericanas de Brasil, Uruguay y Argentina, aprovechando los vientos alisios. Tras pasar por el Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), llegan a su lugar de destino en las costas de Namibia para pasar el verano del hemisferio sur. El primer retorno al lugar de su nacimiento no suele producirse hasta que las aves alcanzan los cuatro años de edad. En época no reproductora se distribuyen desde el Golfo de Vizcaya y Gran Bretaña hasta las costas orientales americanas.

Con respecto a la costa norte de Gran Canaria, cabe mencionar que se encuentra una de las colonias más importantes de toda la isla, concretamente en la desembocadura del barranco de Azuaje o de San Andrés. Las oquedades de los cantiles que están en el lateral interior de la actual autovía (acantilados), anida la protegida pardela cenicienta, que acompaña a los vecinos en las noches oscuras con sus vuelos y graznidos, ya que la luz diurna la ciega.

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